Té de manzanilla con hierbas de Delhi Tea

Joe Strummer tomando té

 

 Hace poco fue mi cumpleaños, y tuve la enorme fortuna de compartirlo con mis amistades más cercanas, personas cálidas y generosas a las que agradezco tener cerca. Además del regalo de su presencia, recibí otros regalos en forma de tecitos varios, lo que demuestra una vez más su atención y generosidad. No me puedo quejar, realmente, porque la anterior y las próximas entradas de este blog son posibles gracias a tés que me llegaron de arriba, regalos dulces y frescos que no creo merecer.

El té que nos ocupa hoy fue regalo de mi amiga Luli, a la que le dedico esta reseña y que también me acompañó probando el té de Las Violetas (del que pueden leer mi reseña acá). Este es un té de manzanilla de la marca Delhi Tea, a la cual no conocía, y que también trae poleo, gingko, rosas y menta, además de aromatizante de miel y vainilla. A pesar de no estar hecho de la planta del té propiamente dicha, sino de la flor de manzanilla, este té (o tisana) en general me parece una delicia, no solo por su sabor suave y fresco, sino porque me retrotrae a mi infancia, en la casa de mi abuela.

La marca se autodenomina como "premium", y realmente es un producto de calidad. Las flores secas de manzanilla están enteras, y en el aroma en seco es donde mejor se aprecia el dulzor de la miel y la manzanilla, que oculta por ahora el aroma de las hierbas. Una vez preparado, predomina más el olor prístino de la manzanilla y el frescor de la menta, lo que se traslada al sabor. Es un té muy ligero, para nada ácido ni amargo, sino que tiene un dulzor suave de por sí. La menta es lo que más se siente de las hierbas, y aporta un matiz al sabor original de la manzanilla que me sorprendió mucho, por lo agradable. La miel y la vainilla, lejos de obstruir los demás sabores, aportan un leve dejo a caramelo en el retrogusto que me gustó mucho, además de la frescura de la menta que permanece en el paladar largo rato.

Es un té que me ayuda a conciliar el sueño y a paliar la ansiedad, dos problemas que vengo sintiendo con bastante intensidad estos últimos meses. Escribo esta reseña escuchando el mejor disco de The Cure, Disintegration, mientras le agradezco una vez más a Luli su hermoso regalo, que acompañó con un mensaje y un dibujo de Snoopy tomando tecito (HERMOSO) que me conmovieron mucho. La ternura, calidez y suavidad de la música, el té y las amistades me cuidan y confortan en este momento de incertidumbre y pesadez generalizada. Me alegra mucho que así sea.