Té Sencha de rosas de Sainsbury
Debo decir que no soy muy fan de los tés excesivamente aromatizados. No es tanto por purismo (aunque un poco sí), sino porque, en general, suelen tener un sabor muy artificial. Los tés de ese estilo que vienen en saquitos desde ya, pero algunos té en hebras también. Además, suelen parecerme adornos excesivos que se terminan perdiendo en una maraña de sabores y aromas sin sentido que no permiten apreciar el sabor del té. O, mejor dicho, los tés aromatizados suelen serlo para maquillar la baja calidad del sabor original. Por supuesto es una cuestión de matices. El Earl Grey, sin ir más lejos, es un té aromatizado y saborizado con esencia de bergamota (chistes fáciles aparte), y es de mis favoritos. El té negro con rosa mosqueta o el té verde con jazmín también me gustan, porque tienen un buen acompañamiento aromático que no se interpone en el sabor del té, pero fortalecen sus virtudes totales. Concluida esta pequeña declaración de principios, voy a reseñar, justamente, un té aromatizado: el "Sencha Rose Green Tea" de Sainsbury.
El sencha es el té verde japonés común (de hecho, en Japón el té verde se llama té [ocha] a secas, al ser más popular esta variedad que el té negro), cuya diferencia principal con el té verde chino es que sus hojas, una vez enrolladas y secadas, no se trituran, sino que se mantienen enteras.
Esta variedad es de la misma marca que el primer té que reseñé, la cadena de supermercados británica Sainsbury. A diferencia del Gold label, que era un té genérico, esta sí forma parte de una línea de especialidad, y es más caro: los 100g cuestan 3,30 libras, según la página oficial. Es, justamente, un té sencha aromatizado con rosas, manzana verde, acianos azules y "rosehip", que es el fruto del rosal, según investigué. Es muy llamativo y agradable a la vista por los colores de las flores secas que tiene. En seco, el aroma de la rosa es muy potente y abarca casi todo, pero se deja sentir la esencia herbácea del té verde al final. Lamentablemente, el saborizante en polvo de manzana entra igual de fuerte que el de la rosa, y es bastante desagradable y persistente. Nunca olí un aciano azul ni probé un rosehip, pero supongo que sus aromas están ahí, escondidos entre el dulzor de la rosa y el empalague de la manzana verde.
Una vez preparado, el aroma es más suave. Para mi sorpresa, el saborizante de manzana apenas se siente, dejando probar un té verde muy ligero y balanceado, y que persiste mucho tiempo en el paladar, a pesar de su suavidad. Ya es un placer encontrar un té verde que no tenga sabor a un mate cocido flojo, como la mayoría de los que se consiguen acá, pero encima el aroma de las rosas le sienta muy bien y genera una sensación muy agradable. Es un té mucho más discreto y menos estrambótico de lo que parece a primera vista. Como cualquier té verde, no es conveniente agregarle azúcar (porque va a tener sabor a agua con azúcar, al ser muy suave) y ponerle leche debería ser multado con 6 meses de prisión. Frío, como lo suelen tomar en Japón y en China, debe ser una delicia.
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