Té negro (hebras) de Taragüí
En lo que va de la corta vida de este blog, todavía no tuve la oportunidad de ir a casas de té o cafeterías en las que probar variedades algo más exóticas. Por eso, decidí reseñar el té que más habitualmente consumo, y uno de mis favoritos: el Taragüí.
Ya de por sí es pertinente destacar que, en su versión en saquitos, Taragüí tenga el mejor té negro del mercado, y el mejor en relación calidad-precio. Cultivado en Gobernador Virasoro, Corrientes, en el Establecimiento Las Marías (responsable y cómplice del Terrorismo de Estado durante la última dictadura), Taragüí no opta por imitar una estética británica en el packaging como Green Hills (un té respetable que también se cultiva en corrientes), ni tiene una estrategia de marketing que se jacta de ser una marca extranjera, como Lipton (adivinen dónde se cultiva).
En su versión en hebras, la cual voy a reseñar hoy, no tiene nada que envidiarle a los mejor English Breakfast importados que pude probar. En seco, la carga aromática es muy alta, con un marcado amargor que persiste durante bastante rato, y una nota floral que no termino de identificar qué es, pero es bien penetrante y agradable. A diferencia del té de Sainsbury que reseñé en la entrada anterior (cuyo aroma es mucho más corto y seco), las hojas están enrolladas enteras, sin triturar. Además, el tostado de las mismas es bastante alto, y no se encuentran algunas hojas secas de color pajizo, como suele suceder en algunas marcas.
El sabor es, francamente, delicioso. La esencia malteada es muy profunda y el sabor es robusto, abarcando todo el paladar. De plano es un té intenso, pero con un balance entre la acidez, el amargor y cierta ligereza hacia el final que lo hacen agradable para cualquiera. Es ideal para el desayuno, por su carga de teína, y para acompañar con leche, al suavizarse la acidez pero potenciarse su sabor amargo. Es mi té en hebras favorito y lo consumo prácticamente todos los días. Se consigue en cualquier supermercado (la caja de 180gr. está alrededor de $450) y no chamuya cipayamente con ser imitación británica o un té importado. Las condiciones climáticas del litoral son ideales para cultivar un té que le compite a los blends indios, chinos, keniatas o ceilandeses, y Taragüí lo sabe aprovechar.
Santi, llego tarde a tu blog, es precioso, felicitaciones. Y me alegra que compartamos opinión sobre este té, el que me acompaña, en su versión en saquitos, todas las madrugadas de insomnio. Es tan humilde y cumplidor, y tan amable con el bolsillo ajustado: se merecía este elogio. Empecé a consumirlo, abandonando el Green Hills, cuando me detectaron la enfermedad celíaca en 2015 y era uno de los dos certificados que se encontraban fácilmente (el otro, el insípido La Viriginia). Desde entonces le soy (y seré eternamente) fiel.
ResponderBorrar¡Hola, Malala! Qué alegría leerte por acá, y que te haya gustado el blog. Opino igual, es de lo mejor que se puede probar. Un saludo, y espero que andes bien.
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